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Los hospitales de Penn State Health ahora usan plasma de pacientes recuperados como posible tratamiento para el COVID-19

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Penn State Health ha inscrito a su primer paciente con COVID-19 en un programa de tratamiento experimental llamado tratamiento con plasma de personas convalecientes. El acceso a este tratamiento está disponible a través de un programa de acceso ampliado que dirige Mayo Clinic y coordina la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos. Se está examinando a los pacientes de los dos hospitales de Penn State Health para determinar si son elegibles para recibir este tratamiento experimental.

El tratamiento con plasma de personas convalecientes consiste en administrarles a los pacientes una infusión de plasma, la parte líquida de la sangre, de personas que se han recuperado de una infección por SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.

“El plasma contiene anticuerpos que pueden ayudar a que los pacientes en tratamiento por COVID-19 se recuperen”, dijo la Dra. Melissa George, directora interina de anatomía patológica en Penn State Health Milton S. Hershey Medical Center. “Esos anticuerpos pueden reforzar el sistema inmunitario del paciente hasta que pueda desarrollar su propia respuesta inmunitaria”.

Los programas de acceso ampliado permiten recibir ciertos medicamentos o tratamientos nuevos en fase de investigación, como el plasma de personas convalecientes, sin participar en ensayos clínicos. Su objetivo es dar tratamiento, mientras que los ensayos clínicos se centran en la investigación y es posible que en ellos el paciente no reciba el tratamiento que se está estudiando. Estos programas a veces son necesarios cuando la presencia de una enfermedad se clasifica como potencialmente mortal o grave y no hay ninguna intervención fuera de su uso indicado o aprobado en la actualidad o de fácil acceso. Al igual que en un ensayo de investigación clínica, la participación de los pacientes es opcional y se debe obtener su consentimiento informado.

“El cuerpo docente del departamento de Medicina y el personal de Milton S. Hershey Medical Center están trabajando sin descanso para dar la mejor atención posible usando los últimos avances en el tratamiento de los pacientes con COVID-19 que vienen a nuestro hospital”, dijo el Dr. Thomas Ma, profesor y director del departamento de Medicina de Penn State College of Medicine. “El tratamiento con plasma de personas convalecientes les da a los proveedores que trabajan en la primera línea una herramienta que puede ayudar en el tratamiento de pacientes con COVID-19 en estado crítico”.

El Dr. Edward Gunther, profesor de medicina en Penn State College of Medicine e investigador en Penn State Cancer Institute, supervisa el programa y trabaja con los médicos para identificar pacientes con diagnóstico positivo de COVID-19 que puedan ser elegibles para participar. Trabaja estrechamente con la Dra. Karen Krok, que supervisa los aspectos clínicos de los pedidos y las entregas del plasma de personas convalecientes para los pacientes con COVID-19 elegibles, y con la Dra. Jennifer Kraschnewski, que ofrece apoyo en investigación al equipo. Además, Penn State University es miembro de la Red de Innovación de Ensayos (Trial Innovation Network) del Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales (National Center for Advancing Translational Sciences) a través del Instituto de Ciencia Traslacional (Translational Science Institute) y está analizando las oportunidades de investigación experimental del uso de plasma de personas convalecientes para tratar o prevenir el COVID-19.

“En un primer momento, ofreceremos este tratamiento a pacientes con COVID-19 grave o potencialmente mortal”, dijo Gunther. “A medida que más pacientes en todo el país se recuperen y aumente la disponibilidad de plasma de pacientes recuperados, esperamos ampliar el tratamiento a todos los pacientes hospitalizados con COVID-19”.

Los participantes elegibles deben tener al menos 17 años y diagnóstico confirmado con pruebas de laboratorio de infección por SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Los pacientes hospitalizados en Milton S. Hershey Medical Center y en Penn State Health St. Joseph Medical Center podrán recibir este tratamiento.

“Como parte del sistema de salud universitario, la conexión de Penn State Health St. Joseph con Hershey Medical Center nos permite traer tratamientos como este al mercado de Berks más rápido que si fuéramos un hospital independiente”, dijo el Dr. Jeffrey Held, vicepresidente de Asuntos Médicos de Penn State Health St. Joseph.

La idea de usar sangre de pacientes recuperados para tratar a pacientes enfermos existe desde hace casi un siglo. Durante los recientes brotes mundiales, los investigadores estudiaron este enfoque en los coronavirus que causaron el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). El plasma de personas convalecientes tuvo efectos positivos contra estos coronavirus y contra la gripe H1N1, pero no fue eficaz contra el Ébola, que es un tipo diferente de virus.

Dos pequeños estudios de investigación que se hicieron en China a principios de este año muestran que el plasma de personas convalecientes puede ayudar a que los pacientes se recuperen del COVID-19. Algunos de esos pacientes también recibieron tratamiento con otros medicamentos experimentales, como medicamentos antivirales, lo que hace difícil para los expertos médicos comprender el efecto preciso del plasma de personas convalecientes en su recuperación. Según lo que se sabe actualmente, la FDA no ha podido afirmar si el plasma de personas convalecientes será un tratamiento eficaz contra el COVID-19. Aunque las transfusiones de plasma generalmente se consideran seguras para la mayoría de los pacientes, se desconocen los riesgos del plasma de personas convalecientes en casos de COVID-19.

Los posibles donantes que hayan dado positivo en la prueba de SARS-CoV-2 y que no hayan tenido síntomas en 14 días pueden inscribirse en la Cruz Roja. Debido a la baja disponibilidad de pruebas, es posible que deban pasar hasta 28 días sin síntomas hasta que se recoja una muestra, si no se hace una prueba para confirmar el resultado negativo. Estudiantes de Penn State College of Medicine y Penn State College of Nursing, bajo la supervisión del Dr. Chris Sciamanna, médico internista, se están comunicando con los pacientes de Penn State Health que pueden ser elegibles para donar plasma para esta iniciativa. Los estudiantes están ayudando a los participantes a inscribirse en la Cruz Roja. Los bancos de sangre de todo el país están trabajando para establecer mecanismos para hacerles pruebas a los pacientes que piensen que pueden haber tenido COVID-19 y se recuperaron, pero que nunca se hicieron una prueba. Mientras tanto, se les pide a los posibles donantes que completen un formulario de donante en la Cruz Roja.

 

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